¡Precaución! El campo es alérgico a los futbolistas que estropean sus propios trucos.

Ojo: el césped es alérgico a los futbolistas que estropean sus propios trucos. ¡Este es un consejo particularmente útil!

¡Precaución! El campo es alérgico a los futbolistas que estropean sus propios trucos.
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El misterioso letrero se encuentra en un remoto campo de fútbol, ​​rodeado de altos árboles y un aura de silencio. "Cuidado: el campo es alérgico a los futbolistas que se equivocan en sus trucos". Un dicho extraño que despierta curiosidad y te hace sonreír.

El campo en sí no es un campo deportivo típico. Aquí casi parece como si el tiempo transcurriera más lentamente. La hierba es de un verde exuberante y está impecablemente cortada, rodeada por un borde de flores silvestres que se mecen suavemente con el viento. Las puertas son anticuadas pero están bien mantenidas y un toque de nostalgia llena el aire.

Una tarde soleada, un grupo de amigos que vieron el cartel explicativo deciden entrar en la plaza. Son entusiastas jugadores amateurs que se reúnen aquí cada domingo para vivir su pasión por el fútbol. Entre ellos se encuentra Alex, un joven aficionado a los trucos espectaculares y al regate.

Cuando comienza el juego, el ambiente es luminoso y alegre. Los amigos se ríen y se burlan unos de otros mientras persiguen la pelota por la cancha. Alex, siempre temerario, intenta varias veces mostrar sus últimos trucos: tacones, pasos y fintas que aprendió en YouTube.

Pero algo extraño empieza a suceder. Cada vez que Alex intenta un truco que no funciona, la hierba bajo sus pies parece marchitarse y volverse marrón. En un momento dado, se enreda en sus propias piernas y la pelota se aleja de él; inmediatamente la hierba en una pequeña zona a su alrededor comienza a secarse.

Los amigos se dan cuenta del fenómeno y empiezan a bromear diciendo que el césped aparentemente es alérgico a los trucos fallidos. Alex se lo toma con humor, pero en el fondo le fascina el cartel explicativo y el misterioso comportamiento del césped.

Al final del juego, mientras el sol se pone lentamente y los amigos abandonan el campo agotados pero felices, Alex se queda atrás. Se sienta en uno de los bancos al borde de la plaza y mira el cartel y el césped. Un hombre mayor, el jardinero, sale de su pequeña cabaña y se sienta junto a Alex.

El jardinero le cuenta la historia de un viejo futbolista que entrenó aquí hace muchos años. Este jugador era conocido por su perfección y sus increíbles trucos, que realizaba con facilidad. Pero un día, mientras intentaba y fallaba un truco particularmente complicado, sucedió algo extraño: la hierba a su alrededor comenzó a marchitarse.

Desde entonces, dice el jardinero, el césped es sensible a los trucos fallidos. Se convirtió en una especie de tradición que se transmitió de generación en generación entre los secretos de los jardineros. La señal era una sutil advertencia a los jugadores para que respetaran sus habilidades y no forzaran trucos que no saben hacer.

Alex escucha atentamente y sonríe. Deja el campo con una nueva comprensión y un aprecio más profundo por el deporte y la historia detrás del misterioso letrero. Tal vez el césped realmente sea alérgico a los trucos fallidos, o tal vez haya más magia y leyenda detrás de este pequeño rincón del campo de fútbol de lo que uno podría pensar a primera vista.


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9944 / 904 / 2024-10-09